El manto protector de la Virgen de la Merced, Gran Mariscala y Patrona de las Fuerzas Armadas del Perú ha permitido que en su día jubilar se propalen, en los medios de nuestra capital, diversas opiniones y notas periodísticas vinculadas a la finalidad constitucional de estas importantes instituciones: la seguridad de la nación.
El Presidente de la República, quien tambien es responsalasenecesidades a funcional más importante del país, señaló claramente durante su discurso en la ceremonia realizada hoy en el Cuartel General del Ejército, que "Una Fuerza Armada requiere inteligencia de primer nivel" lo cual es absolutamente cierto, pues no se puede garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República, sin conocer claramente quién o qué la amenaza.
Sin embargo, ese no es el único objeto de la seguridad de la nación que requiere de inteligencia de calidad y la atención del Sistema de Defensa Nacional: El Director del Diario Correo destaca que “persiste la influencia de Sendero Luminoso en ciertos sectores de la sociedad” al referirse al Frente de Unidad y Defensa del Pueblo Peruano (Fudepp) que avanza silenciosamente en universidades y gremios, lo cual nos debe hacer pensar que no es casualidad el mausoleo de Comas. ¿Podremos acceder a la OCDE en esas condiciones?
¿Cómo hacer inteligencia financiera sin conocer las transacciones de una persona que, habiendo sido detectada por su banco como sospechosa, tiene cuentas en otras entidades?, se pregunta María del Pilar Tello. A esa agregamos otras interrogantes ¿Los “poderosos” seguirán evitando que se revisen sus activos, bajo la premisa de afectación de su intimidad o peor, de persecución política? Quien no la debe no la teme, y por la seguridad de la nación, todos – y más aún funcionarios públicos y cualquier ciudadano de a pie– debemos ser pasibles de verificación de la licitud de nuestra poca o grande riqueza.
Fernando Rospigliosi recalca que "la responsabilidad de los políticos que no están interesados en una UIF con facultades, porque temen que temen que puedan caer en su escrutinio" ¿No es acaso preocupante para la seguridad de todos los peruanos? Peor, si como señala en su columna de El Comercio, que "el narcotráfico goza de excelente salud en el Perú" y que "vive" por su directa relación con la corrupción de muchos que la avalan con su silencio, concordando con lo escrito por Alfredo Palacios Dongo quien precisó que, según la Oficina Nacional de Políticas de control de drogas de Estados Unidos de América, seguimos "manteniéndonos como primer país productor mundial" de cocaína, por lo que considera que la señora Carmen Masías, quien nuevamente está a la cabeza de DEVIDA, "debería prioritariamente adecuar la articulación interinstitucional en capacidad, apoyo e inteligencia para control de drogas e insumos químicos". La realidad es que eso, no se hace, o se hace mal (para la foto), y no ahora...desde siempre, desafortunadamente.
Estas amenazas a la seguridad de la nación, no van solas: ahi tenemos a la minería ilegal que no solo afecta al ambiente y al cambio climático que algún día (ojalá muy lejano) nos dejará sin recursos y producirá grandes desastres. Y ya se sienten pasos, como anota Abraham Levy en su nota de Peru 21, al indicar que la variabilidad de las lluvias en la sierra sur, al explicar un informe del Environmental Research Letter. Y ¿qué decir de la trata de personas (que es un delito conexo del narcotráfico y de la delincuencia organizada) que como resalta el titular de la columna de Lourdes Flores Calvo en El Comercio, hay 243 denuncias en lo que va del año? Más preocupante que eso es conocer lo que informó ayer Peru 21: que "desde 2004 rige la ley contra la trata de personas y hasta ahora no existe ningún sentenciado", recogiendo un informe del Ministerio Público que precisa que las denuncias no son solo 243, sino 515, hasta junio pasado.
Si eso nos asombra, es que recién mencionaremos el análisis de Juan Mendoza que destaca que "el Perú es un país que ha seguido el presente siglo una política de desarme unilateral, a diferencia de nuestros vecinos y del resto del mundo" What!!?? NO TENEMOS NADA QUE PROTEGER? Tenemos mucho, pero no aprendemos de nuestro pasado y sobre todo no sabemos pedir, exigir rendición de cuentas, y al final cuando se escriben los libros de historia, no encontramos responsables de nuestra indolencia, que no terminamos de sacudir, y mucho menos de aquellos que colocando en riesgo nuestra seguridad se enriquecieron.
En estas circunstancias, son esperanzadoras las palabras de Mariano Gonzalez, Ministro de Defensa, quien al referirse a las Fuerzas Armadas indicó que se priorizará "el desarrollo del factor humano, bajo el respeto del principio de la meritocracia y el bienestar del personal y mejorar su estándar académico, tecnológico y opetativo"; y que el Presidente Kuczynski, haya expresado su compromiso de apoyar a las Fuerzas Armadas, lo cual implica satisfacer las necesidades de equipamiento, entrenamiento y bienestar de sus componentes.
Obviamente, pensar que la seguridad de la nación únicamente descansa en las Fuerzas Armadas sería un error anacrónico, pues no solo está la Policía Nacional del Perú, sino la amplitud de instituciones que conforman el Sistema de Defensa Nacional, que a pesar de haberse creado en 1979, aún adolece de dispersión, por su inadecuada gestión y articulación que ha agravado la seguridad de todos los peruanos, y que naturalmente compromete las aspiraciones de acercarnos al primer mundo.
Son diversos factores que entran en el complicado tablero de ajedrez de la seguridad, en la que sus autoridades juegan un papel trascedental, por eso cuando Álvarez Rodrich comenta en La República que nuestros políticos "van aprendiendo a hacer política", surge las angustiosas interrogantes ¿Es justo para el Perú que nuestros políticos asuman cargos sin preparación?.Acaso, ¿eso no es un riesgo para la seguridad de la nación?. ¿Será por eso que estamos acostumbrados a políticas de poco horizonte? ¿A resolver solo pensando en mantener la curul o cargo en la próxima elección?. Entonces, ¿Cuándo de verdad importará el Perú?
La cereza de la torta, en el día central de las Fuerzas Armadas, la colocó el Primado de nuestra Iglesia Católica, Monseñor Cipriani, al comentar lo dicho por el Papa Francisco sobre el periodismo, importante instrumento del poder nacional en materia de seguridad nacional al poner en relieve tres aspectos: Honestidad, profesionalismo y respeto de la dignidad de las personas. Sin verdad no se construye la seguridad, sin profesionalismo los del vil oficio seguirán escribiendo o comentando chismes, y poco les importará la dignidad de las personas y mucho menos la seguridad de la nación.
Nuestra intención de pertenecer a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no podrá alcanzarse si no tenemos un marco de seguridad similar al del primer mundo que permita que la economía nacional se fortalezca porque los inversionistas puedan tener la tranquilidad adecuada para confiar su capital en nuestro país.
Entonces, ¿qué esperamos para colaborar con nuestra propia seguridad? ¿qué esperamos para pensar y actuar sistémicamente haciendo funcionar todos los engranajes de ese sistema olvidado llamado Sistema de Defensa Nacional?
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