DEBEMOS REPETIRLO!
Cada vez que nuestra selección de fútbol juega un partido por las eliminatorias o la Copa América, todos los peruanos nos ponemos la camiseta nacional y estamos pendiente del avance del encuentro deportivo.Los que no pueden asistir al estadio, se reunen en algún local, en alguna casa, o lo escuchan por radio. Cualquiera sea el medio, la gran mayoría busca conectarse con el desarrollo del juego: ocurre el fenómeno de la conexión en masa, de la unidad de ideales.
Los efectos del reciente nesfasto "Niño Costero" ocasionaron también esa particular conducta, esa conexión que nos identificó con el interés nacional, demostrando que los peruanos somos solidarios, y que cuando nos proponemos hacerlo, ponemos nuestro hombro, nuestro espíritu y nuestro corazón para resolver un problema de nuestra nación, más aún si afecta a nuestros connacionales.
En el diario quehacer, no siempre se repite esta conexión y nos sustraemos a lo particular, permitiendo que a nuestro alrededor sucedan eventos que afecta nuestra paz social, nuestros derechos y el futuro de nuestros descendientes. ¿Por qué para unas cosas nos unimos automáticamente y para otras -que están a nuestro alcance - simplemente las obviamos? ¿Será por falta de motivación? Tal vez, ¿ausencia de liderazgo?
Es cierto que las necesidades y los problemas públicos deben ser resueltos por nuestras autoridades, y que deben contar con el soporte de la sociedad civil y la participación de todos. Sin embargo, seamos realistas, las autoridades motivan poco y casi ni lideran para conseguir la participación de la sociedad, y a veces parece que no les interesa conseguir tal concurso, y solo reaccionan con la presión mediática o la protesta popular.
Hay tiempo aún para corregir los errores y encausar el trabajo en provecho de los intereses del Perú. Sólo se tiene que ser coherente con los planteamientos del plan de gobierno que los ha llevado a dirigir el país: "Sin seguridad no hay inversión y no prospera el bienestar y la actividad económica y social. La seguridad de los ciudadanos abarca todo lo que ocurre en su día a día, incluyendo la tranquilidad de la vida cotidiana, la estabilidad jurídica, el derecho de vivir en paz en una sociedad democrática y que respeta a los derechos humanos".
En este tiempo, no es nada conveniente las poses, ni los arrebatos. Aquí lo que importa es fomentar el diálogo, de lograr el concurso nacional, de liderar motivando y dejar de lado cualquier otro interés que no sea el nacional. Eso se demuestra con hechos y no con un par de tuits; se revela cumpliendo las funciones que la ley señala, trasparentando las acciones, mostrando los avances y enmendando los yerros, cada cual en su campo: El Ejecutivo implementando las políticas públicas (muchas desactualizadas), el legislativo formulando leyes y realizando el control político, del cual solo han dado una pequeña muestra (aunque Zavalita se moleste), los gobiernos sub nacionales desarrollando sus localidades, y la sociedad civil participando plenamente. Nadie tiene que enojarse si se equivoca, nadie debe hacer escarnio del error.
Es hora de pensar en el Perú, pongámonos la camiseta y ¡seamos siempre #UNASOLAFUERZA!
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