Cada 4 de
noviembre se celebra el DIA DEL SOLDADO
en reconocimiento a los hombres y mujeres que prestan o han prestado
servicios en nuestro glorioso Ejército. Se instituyó en dicha fecha en homenaje
al natalicio del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, Patrono del Ejército,
Gran Mariscal del Perú y paradigma del honor nacional.
El ejemplo del Crl Bolognesi,
nos marca siempre el camino del honor, el camino de la integridad. Integridad
como una constante, no como algo pasajero, sino la integridad estable, recta,
completa, que no acepta desviación alguna de una conducta honorable. Integridad
que requiere total honestidad, en todos los actos y en todos los tiempos.
Un soldado del Perú, debe por
tanto actuar con HONOR, siendo coherente con el juramento que renovamos cada 7
de junio, cuya fórmula invocatoria REPITO
para aquellos que lo olvidaron JUARAIS A DIOS Y PROMETEIS A LA PATRIA SEGUIR
CONSTANTEMENTE A NUESTRA BANDERA, DEFENDERLA HASTA PERDER LA VIDA Y NO
ABANDONAR A VUESTROS SUPERIORES?
Este 4 de noviembre, se ha
atentado contra la Vigésimo Quinta Política de Estado referida a la Cautela de
la Institucionalidad de las Fuerzas Armadas y su Servicio a la Democracia, pues
la institucionalidad ha sido mellada al relevarse intempestivamente y sin
fundamento al Comandante General del Ejército del Perú y con él al de la Fuerza
Aérea.
El Comandante General del
Ejército, una vez nombrado debe cumplir su periodo, a menos que cometa una
grave falta que justifique su cambio. Hacerlo en contra del ciclo institucional
es un maltrato al Ejército, es una deshonra al Perú, pues el Ejército no es el
Ejército del Presidente, ni del gobierno, es el Ejército que lucha por nuestra
independencia, nuestra soberanía e integridad territorial, es el Ejército de la
Nación, por eso la sociedad ha convenido en respetar su institucionalidad
mediante la vigésimo quinta política de Estado.
Pero, más allá del aprovechamiento
legal de cualquier improvisado que llegué a la casa de Pizarro por error del
sistema, la institucionalidad se respeta por casa, y aquí viene el recuerdo de la
última parte de nuestro juramento: NO ABANDONAR A VUESTROS SUPERIORES.
¡Quien rápidamente aceptó la
designación que quiebra nuestra institucionalidad quiebra su juramento, no es
digno de ser parte del Ejército de Bolognesi! Es un traidor! Un oportunista que
ha preferido abrazar sus ambiciones personales antes que los intereses
institucionales y los intereses de la Patria en estas horas aciagas en las que
el soldado es llamado a defenderla y no a traicionarla.
Por eso, hago un llamado a los
Generales y Oficiales del Ejército que fueron formados en la Escuela Militar de
Chorrillos, para que sean dignos herederos de su juramento y el respeto de
nuestra institucionalidad y no se presten a las bajas intenciones políticas de
cualquier gobernante. La Patria así lo exige.
¡La patria también exige a
quien se equivocó aceptando la designación, que decline del cargo! que
pida su pase al retiro y solicite públicamente la restitución del superior al que
abandonó, rompiendo el sagrado juramento de honor del Soldado del Perú!
¡Salve su honor General
Córdova, no sea cobarde! sino la historia lo juzgará como el traidor que
prefirió su interés personal antes que los sagrados intereses de la Patria!
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