jueves, 1 de diciembre de 2022

JURAMENTO O PERJURIO POR LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA

 

Posible escenario de riesgo

En circunstancias de incertidumbre política –que indudablemente afectan a la imagen del Perú con repercusiones negativas para la economía nacional– Betssy Chávez Chino juramentó como Presidenta del Consejo de Ministros empleando una fórmula particularmente significativa.

Chávez, juró “por el respeto al Estado de Derecho y la restitución del equilibrio y la separación de poderes”, destacados aspectos que la Doctrina de Seguridad Nacional emplea para explicar el objeto de la Seguridad Nacional denominado “Estado constitucional democrático de derecho”.

Un objeto de la Seguridad Nacional es un aspecto prioritario del Estado que permite identificar y priorizar lo que se debe proteger y debe ser garantizado en términos de su continuidad, por cuanto su afectación pondría en grave riesgo la supervivencia del propio Estado.

En este sentido,  para garantizar el Desarrollo y la Seguridad Nacional, es importante implementar  –en la vía de los hechos– acciones para proteger el Estado constitucional democrático de derecho por ser la condición en que rige la supremacía de la Constitución Política sobre las demás leyes, la separación de poderes, la existencia de una jurisdicción constitucional, y la democracia como régimen y organización política; ordenamiento indispensable para la supervivencia de la República que no exime de su subordinación a ninguno de sus integrantes u organizaciones.

Implementar estas acciones significa no solo promover el respeto al ordenamiento constitucional, sino principalmente demostrarlo con actos, con pruebas tangibles, y no solo utilizando recursos retóricos. Respetar y cumplir lo ordenado por la Constitución y las leyes, exige asimismo tener la capacidad de entendimiento de lo que nuestras normas legales precisan; una aptitud de comprensión de lectura que permita guardar coherencia entre el discurso y los hechos, y sobre todo que irradie una conducta ejemplar a los ciudadanos.

Cuando esta coherencia no se manifiesta; o peor, si se actúa en dirección contraria a lo que se profesa, produce una pésima señal a las partes interesadas: ciudadanos y empresarios; genera mayor incertidumbre, causa desánimo y consecuentemente retrae cualquier tipo de inversión ocasionando peores efectos en el bolsillo de todos los peruanos, lo cual se refleja en el alto costo de vida y poco valor del dinero que se evidencia diariamente al intentar obtener el pan de cada día.

Los juramentos que se cumplen generan confianza, dan esperanza; aquellos que resultan en engaño, merman la credibilidad y la seguridad. La Patria necesita los primeros; también exige de buenos peruanos que demuestren su fidelidad: ¡Hay que verlos!

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