viernes, 19 de mayo de 2017

¿MAREO DE PODER....O QUÉ?!

LA VOCACIÓN DE SERVICIO SE DEMUESTRA CORRIGIENDO ERRORES Y CON GESTIÓN TRANSPARENTE

¿Será posible que - de verdad, algún día - la expresión de Jorge Basadre "El Perú es más grande que sus problemas", deje de ser solo una alentadora aspiración y se convierta en una realidad nacional?  Depende de todos nosotros, sus ciudadanos, cuya gran mayoría - equivocadamente -cree que su participación democrática está circunscrita en depositar una cédula en las urnas para elegir a las autoridades, que suponemos han de solucionar las necesidades públicas  o que promoverán el mejoramiento de  nuestra economía personal o familiar.

Nuestros deseos, desafortunadamente no terminan siendo lo esperado,  pues los ganadores, seguramente con las mejores intenciones, no resultan ser lo que parecían en la campaña, sea por falta de liderazgo, reducido equipo para ocupar los numerosos puestos de funcionarios de confianza en la administración pública, desorganización, desconocimiento del problema público, limitada visión de largo plazo, poca experiencia en el manejo de la cosa pública o en la interacción política, desequilibrio en la comunicación estratégica, devolución de favores (lindando con la corrupción) y peor que todo lo anterior: mantener la creencia que lo saben todo, que el resto está equivocado o que no colaboran por resentimiento.


Y así, cuando la improvisación es más grande que el planeamiento de Estado, los equipos de campaña se van desintegrando y los cargos oficiales  no se ocupan por las personas que hipotéticamente estudiaron el problema, que son especialistas en la materia del sector por administrar; y aparecen nuevas personalidades, comunes o "de lujo" que "desconocen mayormente" el área en que se van a desempeñar y al ocuparlo su sentido común resulta insuficiente, empezando porque necesitan rodearse de colaboradores, gente de confianza que necesariamente tampoco son especialistas, por lo que terminan con la inconstitucional conducta de vulnerar las leyes, dejando de lado lo básico como el cumplimiento de sus propias funciones, reemplazándolas por otras actividades mediáticas, para la tribuna, o para dar cuenta a los críticos y a la opinión pública, resaltando que sí trabajan duro y que están avanzando en la solución del problema público, cuando todo indica que el camino tomado los aleja del interés nacional.

En esa "ruta sin hoja", sin planeamiento sistémico, sin servicio civil meritocrático, en algunos casos con equipos de perfil de "chi señó", se recurre a la "mecedora", al sobredimensionamiento de acciones, al engaño, a la demagogia, a medias verdades, al ocultamiento de lo fáctico, que fácilmente es recogido por los adversarios políticos convirtiendo el escenario político en una aburrida novela en la que perdemos todos, pero en la que alguien va a ganar (dinero y/o poder) aprovechando de la oportunidad que las circunstancias ofrecen.

Los problemas del Perú, no son solo grandes, son diversos, complejos y mutantes, y todos están relacionados a la economía, la cual se mejora cuando existe el estado de confianza de saber que se han adoptado todas las medidas preventivas, de estar seguros que las leyes se cumplen, que las instituciones se respetan y que la justicia llega oportunamente.Nuestros problemas, tampoco son nuevos; por eso es iluso pensar o tratar de hacer pensar a la población que se van a solucionar de la noche a la mañana, peor aún cuando la credibilidad se pierde por falta de honestidad en la gestión pública.

Mucho por corregir, sí; seamos parte de la solución: participemos!








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