(Publicado en el Diario Correo el 07 de enero de 2023)
El sentido común
indica que, para un óptimo resultado en la solución de problemas, es
indispensable contar con la mejor información. Y lógicamente, en el nivel
nacional, las decisiones –si precisan ser acertadas– requerirán de insumos que
faciliten plantear acciones en beneficio de los objetivos nacionales.
Así, las
informaciones para la toma de decisiones de la Seguridad Nacional, no sirven si
provienen de opiniones o análisis sesgados, pues, para dicha tarea, se cuenta
con el Sistema de Inteligencia Nacional cuyo ente rector –la Dirección Nacional
de Inteligencia (DINI)– produce lo que la ley denomina “conocimiento útil”, y
que internacionalmente se conoce como Inteligencia: información procesada e
integrada –elaborada por profesionales de diferentes disciplinas– a partir de
múltiples fuentes que permiten llegar a conclusiones y proyecciones en provecho
de la mejor decisión.
Entonces, es
imprescindible que los profesionales de Inteligencia sean especialistas y
–obviamente– gocen de credibilidad, pues su labor debe responder exclusivamente
a los intereses de la Patria y no a otros. La DINI requiere fortalecerse en esa
dirección.
Por tanto, urge disponer de un Plan de Carrera para compensar adecuadamente el
importante trabajo de anónimos peruanos que entregan su esfuerzo cotidiano; y
adicionalmente, que se cree un componente civil para la obtención de
información de los campos no militares: Reto para el Congreso de la República.
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