lunes, 31 de octubre de 2022

FORTALECER LA EDUCACIÓN E IDENTIDAD NACIONAL: UN DEBER DE TODOS LOS PERUANOS

 

Manteniéndose firme en la finalidad de contribuir con el perfeccionamiento del conocimiento científico y la capacitación especializada en favor de la Seguridad Nacional –a través de tres líneas de investigación: Seguridad, Desarrollo y Defensa Nacional– el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN-EPG) ha cumplido 72 años de vida institucional, destacándose por ser una escuela de posgrado donde “las ideas se exponen, no se imponen”, con la tranquilidad de que tampoco se censuran.

 

El concepto de la interdependencia de la seguridad con el desarrollo –antes poco entendido– cobra mayor importancia cuando se vive circunstancias en que la carestía amenaza la seguridad de las personas y la estabilidad de la gobernabilidad, no solo ocasionada por factores externos, sino también por aquellos de orden político y social generados por actores nacionales.

 

En estas condiciones, adquiere especial relevancia el análisis académico que desarrolla el CAEN-EPG a través de doce programas de posgrado, dos revistas académicas y –desde 2018– desarrollando un evento internacional denominado “Conferencia Anual de Seguridad y Defensa”, que este año se llevará a cabo los días 3 y 4 de noviembre, bajo el tema “Conflicto Rusia Ucrania: impactos y perspectivas en América Latina”.

 

La Seguridad Nacional es un asunto que sobrepasa a las Fuerzas Armadas; por eso se sostiene en el Sistema de Defensa Nacional compuesto por todas las entidades que pertenecen al Poder Ejecutivo, los gobiernos regionales y locales, y que es presidido –conforme lo especifica nuestra Constitución Política– por el Presidente de la República, siendo este el único sistema funcional de responsabilidad constitucional del tal servidor público.

 

Entonces, debe tenerse en cuenta que los problemas de la seguridad nacional se configuran desde diversas dimensiones; y por tanto, requieren la intervención multisectorial y de los diferentes niveles de gobierno, pero que no debe de dejar de contar con la intervención de todos los peruanos.

 

Por tal razón, la educación para la Seguridad Nacional –fuera de las aulas del CAEN-EPG– es un imperativo que necesita la colaboración de toda la sociedad, para así fortalecer el civismo, el ejercicio de la buena ciudadanía y la reafirmación de nuestra identidad nacional, traducida en hechos que evidencien el compromiso de participar en la vida política nacional, presentando propuestas y también denunciando a los malos peruanos –que ocupando algún cargo público– solo se preocupan de su propio interés antes de realizar acciones en provecho del progreso y bienestar del pueblo peruano. La Patria así lo reclama.

domingo, 9 de octubre de 2022

DIGNIDAD NACIONAL: UN CONCEPTO PARA REFORZAR

 

Muchas veces en nuestra vida republicana, particularmente por conveniencia política, se ha distorsionado los hechos de nuestra historia, ocasionando confusión en la formación de la ciudadanía; y qué mejor ejemplo observar que actualmente –aunque parezca mentira– existen muchos jóvenes que creen que Abimael Guzmán fue un luchador social.

 

Hace pocos días, se cumplió 54 años de la irrupción de una Junta Militar encabezada por el General Juan Velasco Alvarado, intervención catalogada como golpe de Estado, aunque el artículo 213 de la Constitución Política del Perú señalaba que “La finalidad de la fuerza armada es asegurar los derechos de la República, el cumplimiento de la Constitución y de las leyes y la conservación del orden público”.

 

Días después, el 09 de octubre de 1968, se declaró nulos el contrato celebrado entre el Estado y la International Petroleum Company; y también el Acta de Talara; y así, el gobierno tomó posesión de los yacimientos de la Brea y Pariñas, e instituyó la fecha como el “Día de la Dignidad Nacional” por cautelarse los intereses nacionales, de acuerdo a la ley fundamental y al derecho minero.

 

El General Velasco tuvo aciertos, pero también errores, como los vinculados a la libertad contra la prensa, materializado con la expropiación de varios medios de comunicación, incluyendo al Diario Expreso. Contradictoriamente, la dignidad nacional que se resaltó ese 9 de octubre, fue mellada en 1974 al afectarse la libre expresión de quienes dirigían medios opositores a su gobierno.

Más allá de esos hechos, todos los peruanos debemos recordar –en el Año del fortalecimiento de la soberanía nacional– que la dignidad se explica por la autonomía propia, pues solamente el que sabe y puede gobernarse a sí mismo, resulta un sujeto libre; caso contrario reflejaría ser un simple súbdito pues permitiría estar bajo el dictado de otro que no respeta sus derechos o que viola la institucionalidad constitucional y democrática de nuestro Perú.

 

En esas condiciones, realmente se deja de ser un ciudadano, se pierde la dignidad y no se tiene soberanía. Y aunque la fecha, ya no forma parte del calendario cívico, debe motivarnos para recordar que la dignidad se basa en el reconocimiento de que la persona debe ser meritoria de consideración; y que –como peruanos– debemos respetarnos sin importar condición alguna. Merecemos que el fin supremo del la sociedad y el Estado no caiga en el olvido por la indolencia que aun abruma a muchos.