miércoles, 31 de marzo de 2021

¡SACUDIR LA INDOLENCIA!

INFORMÁNDOSE BIEN Y VELANDO POR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY Y EL ORDEN

Desde hace más de 35 años nuestra sociedad se ha caracterizado por vivir  dentro de constantes crisis de carácter político, económico, militar o de información. Y en todo ese tiempo, la gran mayoría de peruanos se ha preocupado principalmente por encontrar mejores formas de vida para satisfacer sus necesidades personales y superación familiar, antes que tener una participación activa en la solución de los problemas nacionales. 

Algunos, con mejor estrella o con mayor atrevimiento para el emprendimiento, han logrado alcanzar o superar sus objetivos  principalmente para mejorar su estatus económico, lo cual les ha permitido tener mejores condiciones para enfrentar las diversas crisis; en cambio otros han tenido que mantener una lucha constante contra las adversidades de la vida, sea por mala fortuna o decisiones equivocadas, haciendo que curiosamente, en ambos casos, sea por necesidad o por ausencia de ella, generalmente solo relacionaron su participación política durante las consultas populares o los procesos electorales.


Es necesario recordar que en los últimos 40 años, el Perú pasó por distintos problemas como son: la guerra contra las hordas terroristas, el fenómeno de "El Niño" de diversos años, los levantamientos del Frontón, la crisis de la estatización de la banca, los conflictos con el Ecuador, la súper inflación, el "fujishock", la disolución del Congreso del 92, el levantamiento del 13 de noviembre, la interpretación auténtica, la re- reelección, la autocracia, la marcha de los cuatro suyos, la fuga y vacancia de Fujimori, "el Arequipazo", las 
protestas masivas y huelgas de maestros, agricultores y trabajadores de salud, el linchamiento de Ilave, el escándalo Mufarech, el escándalo Merino, el escándalo Almeyda, el "Andahuaylazo", la crisis del gabinete Ferrero (a causa del nombramiento de Olivera como Canciller), "el Moquegüazo", "el Bagüazo", el terremoto de Pisco, los "narcoindultos", "los petroaudios", los conflictos minero de Conga, Tía María y Las Bambas, los conflictos de la minería ilegal e informal, la omnipresencia de  la primera dama en el gobierno de Humala, las crisis del ente rector del sistema de inteligencia, la delimitación marítima con Chile, los casos de corrupción involucrados con los presidentes y su relación con las empresas del "club de la construcción", el irrespeto y desentendimiento de la separación de poderes, el topamiento político de la administración pública con personas vinculadas al Presidente, la renuncia de Kuczynski antes que lo vaquen por escándalos de corrupción, las mentiras y aprovechamientos de los gobernantes,  entre otros, han sido situaciones que precedieron a  las denuncias del Contralor y Fiscal de la Nación que devinieron en mayores problemas políticos dentro de un proceso de reconstrucción nacional  "con cambios" inacabables, seguidos por la denegación fáctica para disolver el Congreso y crisis sucesivas del Poder Ejecutivo que llevaron a los procesos de vacancia de Vizcarra por incapacidad moral permanente, el último en medio de una crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19,  hicieron que la asunción del Presidente del Congreso como Presidente de la República (vinculado con proyectos  que afectarían a la ley universitaria, y otros presuntos intereses particulares) fueron la gota que hiciera derramar el vaso de la tolerancia de la "generación equivocada".


En noviembre del año pasado, luego de varios días de protestas "pacíficas", azuzadas por políticos e infiltrados, sin guardar el distanciamiento social en previsión a la infección del SARS-CoV-2, la  provocación y la violencia  - principalmente en Lima- provocaron el penoso fallecimiento de dos personas, lo cual sumado a los "cacerolazos" de apoyo a la muchedumbre y su repercusión mediática, hizo que gran parte del gabinete Flores renunciara forzando a que Merino (criticado por todo) presente su dimisión de manera pública, siendo celebrado en las manifestaciones de jóvenes (y también adultos) que, sin un objetivo común y menos claro, habían protestado contra la vacancia, contra la corrupción, contra Merino, contra Vizcarra, contra la Policía, y por último contra la Constitución.


Y así, la calle, las ollas y algunos medios culparon al Congreso de la República por haber generado esta inestabilidad  al aprobar la vacancia, cuando este poder del Estado cumplió con su obligación de aplicar parte del artículo 113 de nuestra Constitución que señala como causal de la vacancia presidencial "su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso", existiendo sectores que señalan  que la acción pudo haber tenido legalidad, pero a la vez acusaban que fue ilegítima, más aún cuando el Tribunal Constitucional (TC) tenía pendiente resolver una contienda de competencia, respecto a la interpretación de la incapacidad moral permanente, a pesar que dicha causal se encuentra en nuestra máxima legislación con diferente texto desde 1839 (Art  82°), 1856 (Art 83°), 1860 (Art 88°), 1867 (Art 80°), y con la atribución explícita del Congreso  desde 1920 (Art 115°), y así también en las de 1933 (Art 144°) y 1979  (Art 206°). A pocos días de tan exagerada e injustificada reacción, el TC declaró improcedente la demanda competencial presentada por el Poder Ejecutivo (en el gobierno de Vizcarra) respecto a la vacancia por permanente incapacidad moral, dejando en off-side a todos los equivocados.


La vacancia del presidente por incapacidad realizada correctamente por el Congreso de la República, no fue la primera de nuestra historia republicana. Recordemos que José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, el primero en llevar el título de presidente del Perú, fue depuesto de su cargo por el Congreso en 1823. Luego, en 1914, con la figura de incapacidad moral ya establecida constitucionalmente, Guillermo E. Billinghurst fue vacado por esta causa, no sin antes intentar disolver el Congreso de la República. Y el penúltimo caso y más recordado, ocurrió en el año 2000, después que desde Japón, Alberto Fujimori enviara su renuncia por fax al Congreso, renuncia que  se decidió no recibirla y ─por mayoría simple─ como estaba regulado en ese entonces, se determinó la vacancia a su mandato por incapacidad moral permanente. 


Hoy, ad-portas de las elecciones generales es necesario recapacitar la importancia de estar correctamente informados, particularmente los jóvenes cuya mayoría tiene como fuentes a redes sociales donde cunde la desinformación. 


Es sabido que los jóvenes (sobre todo aquellos que no estudian ni trabajan) son susceptibles de ser maniobrados justamente por su situación inestable que les hace pensar que existe injusticia. Esa vulnerabilidad, sumada a su desinformación hace que grupos de poder contrarios al Perú influyan sobre un grupo de jóvenes que correctamente debe llamarse "la generación equivocada".


Se equivocaron al no analizar correctamente la situación de separación de poderes, y a la interpretación correcta de la capacidad del Congreso de la República para vacar a una persona que ocupó la Presidencia de la República y que —según parece— calculó todo su accionar político para lograr influencia en diversos sectores del Estado, de manera que tuviera la posibilidad de evadir las acciones antitéticas a la ley  y antiéticas a la función pública.


Se equivocaron al hacer caso a un sesgado médico radial que avalaba que salir a protestas al aire libre era seguro para evitar contagiarse del COVID-19, lo que fue el origen de la segunda ola que hoy vivimos.


Se equivocaron pues en seguir como borreguitos a quienes los azuzaron, sin pensar, sin leer, sin analizar y sin respetar la ley y el orden y creer en ideologías que históricamente han llevado a la ruina a muchas naciones.


A pocos días de ir a las urnas,  tanto los jóvenes de la "generación equivocada" como también todos los adultos, tienen la obligación primero de asistir y ser responsables votando por un candidato (el voto en blanco o viciado si bien puede ser una expresión de rechazo, es también una "lavada de manos" que solo contribuye a que existan partidos que puedan superar la valla electoral sin merecerlo), y para ello previamente informarse bien, no solo de los planes de gobierno (que pudieran ser muy literarios), pero también de las características personales  de los candidatos, principalmente de quien postula a la Presidencia de la República.


Entonces, es imprescindible NO ELEGIR a un Presidente que sea mentiroso, deshonesto, y que por su derrotero, por la historia de su vida, podamos determinar que estando en el poder le "interesará un pepino" velar por el bienestar del pueblo peruano o simplemente que no tenga las capacidades para conducir nuestro futuro próximo.

Sea responsable, infórmese bien; y también contribuya con el Perú: cumpla la Ley y mantenga el orden. 

 

 

Referencias

https://diariouno.pe/columna/la-vacancia-del-virrey/
https://elcomercio.pe/politica/vacancia-presidencial-destituidos-tres-mandatarios-noticia-482865-noticia/?ref=ecr
https://elpopular.pe/actualidad/2020/11/11/son-4-presidentes-vacados-congreso-37148
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/pensamientoconstitucional/article/download/8962/9370/0
https://elcomercio.pe/politica/presidentes-peru-vacados-incapacidad-moral-informe-noticia-482083-noticia/?ref=ecr