domingo, 19 de febrero de 2023

DEBERES QUE CUMPLIR: RESPETAR LA LEY PARA GENERAR CREDIBILIDAD

 (Publicado en el Diario Correo el 18 de febrero de 2023)


En el Perú de hoy, muchos actúan como la persona adúltera: declaran amor por su cónyuge, pero tienen citas con su amante. Dicen que aman al Perú, se emocionan con la selección de fútbol; sin embargo, a la hora de cumplir con las reglas de la sociedad, las desconocen, les importa poco o no las cumplen; y con su mal ejemplo hacen que otros repliquen su conducta “sacando la vuelta a la ley”, “porque son vivos”, creando –con su acción– deterioro a la sociedad e incertidumbre ante los ojos del mundo.


Aspiramos prosperidad, no obstante –para cumplir las normas legales– muchos prefieren soslayarlas; o peor, exigen acciones contrarias a la normatividad. Esa actitud crea incertidumbre e irremediablemente aleja al turismo y a la inversión.


El turismo cae cuando impunemente se subvierte el orden interno bloqueando carreteras para hacer ingobernable al país. Las transnacionales cierran sus operaciones cuando les incendian locales bajo el pretexto que los congresistas elegidos, “ya no representan al pueblo”, y porque el Poder Legislativo retrasa su labor, sin mencionar que es boicoteado por una minoría que distorsiona su rol.


Ni los turistas, ni los inversionistas tendrán certidumbre jurídica o confianza con una sociedad que –bajo el subterfugio de ser demócrata– patea el tablero del estado constitucional y democrático de derecho.



Solo cuando entendamos la importancia de ser buenos ciudadanos, respetando la ley, y no deteniendo al país por caprichos ideológicos o por falta de firmeza, podremos generar credibilidad hacia el exterior; y así, brindar el marco de seguridad, imprescindible para mejorar nuestra economía y –lógicamente– para alcanzar mayores niveles de bienestar. Quien no tome este camino, simplemente es enemigo del Perú y condena a las futuras generaciones.

domingo, 5 de febrero de 2023

DOBLEGADOS POR EL VANDALISMO QUE DESTRUYE AL PERÚ

 (Publicado en el Diario Correo el 04 de febrero de 2023)


Increíblemente, frente a nuestras propias narices, se está generando un grave escenario contra la seguridad nacional. El pueblo del Perú está permitiendo que un minúsculo grupo de manifestantes violentos –que representan no más del 0.15 % de la población nacional– coloque en jaque a nuestra gobernabilidad, afectando negativamente a la economía nacional, y que, con su persistente actitud violatoria de la ley, esté tirando por los suelos a nuestra imagen y credibilidad internacional.


Los hechos son evidentes: quiebra y debilitamiento de empresas, particularmente relacionadas al turismo; paralización de la Minera Las Bambas; cierre de la ciudadela Machu Picchu; recomendación de gobiernos para que sus ciudadanos no viajen al Perú; y para colmo, la difusión del informe de Moody's que cambia la perspectiva de la calificación de riesgo del Perú, de estable a negativa.


La sociedad y el Estado peruano han fallado por no detener –de manera efectiva– las acciones de los enemigos de la Patria que tienen la –ya no escondida– finalidad de intentar que se quiebre el sistema unitario y democrático que abrazamos desde 1823.


La sociedad ha cedido al chantaje violentista; y así, ahora la opinión pública se ha comprado la idea del adelanto del sufragio, sin importar las condiciones desfavorables que harán repetir  la historia de insatisfacción por la elección de autoridades poco representativas.


Y el Estado, sometiendo a nuestros policías a resistir estoicamente antes que cumplir con su misión constitucional, está siendo altamente permisivo con la violencia descuidando la responsabilidad fundamental de garantizar la continuidad del Estado-Nación. Aceptar, indolente o solapadamente, que se sobrepasen las reglas de la república, nos puede conducir a mayor incertidumbre, anomia y anarquía.