sábado, 16 de junio de 2012

LUCHA CONCRETA Y EFECTIVA CONTRA LA CORRUPCIÓN: POR EL PROGRESO DEL PERÚ




El 7 de junio es para todos los peruanos una fecha de singular importancia en el calendario cívico patriótico, pues  recuerda la Batalla de Arica, gesta en la que un puñado de patriotas, al mando del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, prefirieron entregar su vida en defensa de la Bandera  y del honor nacional; razón por la que también fue instituida como el Día de la Bandera.

Para un militar, para un Oficial del Ejército del Perú formado en las aulas y campos de instrucción de la Escuela Militar de Chorrillos “Coronel Francisco Bolognesi” esa fecha contiene mayor trascendencia, pues es entonces que juramos “seguir constantemente a nuestra bandera, defenderla hasta perder la vida  y no abandonar a nuestros superiores” para cumplir  nuestra misión, con honor, “hasta quemar el último cartucho”.

Para un militar, el cumplimiento de la misión es el norte de nuestras actividades, aquello por lo que agotamos nuestro esfuerzo, para alcanzar a cabalidad y en forma íntegra, pues entendemos que el pueblo del Perú, la Patria toda,  ha depositado su confianza en nosotros, y cree fervientemente  que somos hombres y mueres de honor.

Para el Presidente Constitucional de la República del Perú, que es también un Oficial del Ejército, esa fecha indudablemente debe haberle remecido su fibra de soldado recordándole el  noble compromiso del cumplimiento del deber y  del honor.

Tal es así que al día siguiente dijo: “Hoy ratifico que la lucha contra la corrupción es un compromiso en que no vamos a abdicar de ninguna manera; no habrá retrocesos y quiero que en esta tarea me acompañe todo el país y todas las personas decentes”

Esta ratificación, es una renovación, no solo de lo que prometió a lo largo de su campaña electoral, sino también de su declaración formal ante el Congreso de la República, el pasado 28 de julio de 2011, cuando diagnosticó que “Nuestro país trabajador, honrado y diverso, se encuentra fracturado y herido. Sufre el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista. Un Estado que le ha dado la espalda al interior del país, un Estado que sufre de “mal de altura o soroche” y que se niega a subir los andes y extenderse en nuestra Amazonía. Un Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad”

En tal discurso enfatizó que “Sueño con un Perú donde la vida no sea un riesgo, donde las ciudades sean espacios seguros donde el ciudadano se encuentre protegido. Para esto necesitamos más estado, más patria y que la corrupción sea sancionada”.
Asimismo conceptualizó que la  corrupción “es para nosotros un elemento que debilita al Estado y afecta su desarrollo. Y agregó: “Es, por lo tanto, un problema de seguridad. En tal sentido, defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado y la inhabilitación a perpetuidad contra sus autores o cómplices para el ejercicio futuro de cualquier función pública; propongo la supresión de las penas condicionales en las condenas por corrupción para que la prisión se cumpla de manera efectiva; y defiendo la eliminación de los beneficios penitenciarios en los casos de corrupción”.

Magníficas palabras, excelentes intensiones del candidato, hoy  del gobernante, que esperamos que no queden en ese sueño presidencial, sino que un día no muy lejano, se plasme  con la  identificación de esos malos funcionarios y servidores públicos, y naturalmente  con evidentes sanciones y la devolución de los bienes y dinero enajenado al pueblo del Perú.

Puede sonar muy elemental, sin embargo es bueno recordar para muchos,-particularmente para aquellos que tienen responsabilidad de gobierno – de lo que  se entiende por  corrupción:
-       De la RAE : En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores
-    Banco Mundial: “Uso y abuso del poder público para beneficiar intereses privados, propios o de particulares”
-   El Código Penal vigente describe diversos delitos de corrupción: usurpación de autoridades, títulos, honores, abuso de autoridad, concusión, peculado, corrupción de funcionarios, prevaricato, denegación y retardo de justicia, entre otros.
-       Corromper significa dañar, alterar, echar a perder, viciar, pervertir. Cambiar el propósito originario de una cosa, que deviene en algo negativamente considerado por la moral social.
-     La corrupción es sencillamente el uso de la posición y el poder públicos para fines ilegítimos, inmorales, ilegales o diferentes a lo formalmente establecido.

Pero, ¿que hay mas allá del discurso? Seamos realistas, la voluntad política no se concreta claramente. Y aunque a muchos “opinólogos” les moleste,  el Presidente de la República debería recordar lo que aprendimos en nuestra Alma Mater, La Escuela Militar: “Impartir la orden es solamente el 20%, el 80% radica en el control y supervisión, de ello depende el cumplimiento de la misión”

¿Que existe de concreto en la lucha contra la corrupción? Un Plan Nacional y estrategias priorizadas, que en realidad fueron  diseñados por el gobierno anterior; y siete (sí, solo 7) planes sectoriales de lucha contra la corrupción (Comercio exterior y turismo, Cultura, Defensa, Economía y Finanzas, Energía y Minias, Producción, y finalmente Trabajo y promoción del empleo), formulados el presente año.

Si la Comisión de alto nivel anticorrupción, cuya representación recae en Susana Silva Hasembank ,(designada mediante Resolución Suprema Nº 340-2011-PCM de fecha 19 de Noviembre de 2011), realiza alguna actividad efectiva en lucha contra la corrupción, es un misterio, pues el sitio web de la PCM que supone debe  explicarlo a la ciudadanía, léalo bien ESTÁ EN CONSTRUCCIÓN (hasta el momento de redactarse este artículo).  http://can.pcm.gob.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=50&Itemid=18

Se quiere  cosas concretas y no  reuniones y foros para más declaraciones de buena voluntad (que se publican como noticias). Esos planes y esas estrategias deben aterrizar y pronto!, para ello es imprescindible que se difundan los resultados concretos, y se deje de lado  mas promesas, más letra que no cambia nada.

Para empezar bastaría que se realice un efectivo estudio de los signos exteriores de riqueza de muchos funcionarios y servidores del Estado, que a pesar de tener sueldos bajos o moderados, ostentan propiedades que muchos de sus homólogos no pueden alcanzar; realizan - ellos o sus esposas - viajes al exterior; emergen de pronto con empresas (que sirven para lavar los ingresos indebidos). Bastaría contrastar con la realidad, (entrada y salida de almacenes), tantas rendiciones de cuentas que dicen haber comprado cosas, que solo el papel aguanta.

Muchos de esos malos peruanos, siguen lucrando y construyendo redes para lograr su impunidad. Y seguirán haciéndolo mientras que la voluntad política quede en ese  20% del compromiso presidencial.

La lucha contra la corrupción, ha sido uno de los primordiales pilares de la campaña electoral  del actual Presidente, cuando el 80% de los peruanos opinábamos que ese flagelo constituye el principal freno para nuestro desarrollo.

Si el compromiso de su gobierno “es no desmayar en la lucha contra la corrupción” debe dar muestras claras de ello, porque en realidad, el pueblo sabe, vive y conoce, que existen diversos sistemas de corrupción que solo podrán ser vencidos cuando el gobierno demuestre con hechos y no con palabras su voluntad de doblegarla.

Solo entonces, será posible ganarle a la corrupción, solo así se logrará  el compromiso y participación de muchos peruanos y peruanas que no intervienen, porque saben que el poder que tienen los corruptos mueven muchas esferas en el país.

Si el Presidente de la Republica recuerda que el cumplimiento del deber  le obliga llevar su compromiso “hasta quemar el último cartucho”, si recuerda su juramento de honor, de  soldado  y  primera  autoridad  del  país, y combate efectivamente, -obteniendo resultados concretos - contra la corrupción, realmente estaremos dando paso a la verdadera  Gran Transformación. 

lunes, 4 de junio de 2012

EL FÚTBOL Y LA POLÍTICA


NECESIDAD DE UNA  EFICAZ ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN EN FAVOR DE LA GOBERNABILIDAD, SEGURIDAD Y DESARROLLO DEL PAÍS.



El resultado del partido Perú-Colombia nos trajo una vez más el sinsabor del popular dicho de "jugamos como nunca, perdimos como siempre"; expresión que también encierra el fatalismo y la desesperanza de un sufrido pueblo que ansía tener algo que celebrar, para disimular o tal vez olvidar, el triste destino, ese de ver día a día que el dinero no le alcanza y comprobar penosamente que las promesas electorales, de las hoy autoridades, se ven tan lejanas como la clasificación de nuestra selección para el próximo mundial.


Y es que, cada vez que se convocan elecciones generales, observamos repetidamente que los candidatos prometen tantas cosas para alcanzar el cargo, sin considerar la realidad o las mejores vias para la mejor solución, y en tanto llegan al poder recién "se dan cuenta" que "una cosa es con guitarra y otra con cajón".

Esta es una situación recurrente en nuestra reciente historia republicana, de la que quizás no escapemos hasta que logremos sacudirnos de nuestra "indolencia de esclavo", de nuestro fatalismo. Mientras tanto, de no tomar una actitud más participativa, más crítica si se quiere, seguiremos esperando y soñando con el día que los peruanos tengamos autoridades políticas, que no solamente jueguen una bonita campaña electoral, sino que también metan goles y ganen la clasificación de la confianza de la población, mostrando - con sus actitudes - que avanzan positivamente dando soluciones efectivas para llevar a nuestro país por el camino del desarrollo y la paz social.

Los conflictos sociales existentes en nuestro país no debieran haber sido ninguna novedad para el gobierno de turno, toda vez que la Defensoría del Pueblo, hace más de ocho años, emite un reporte mensual de los conflictos existentes, emergentes y latentes que se desarrollan en el país, herramienta muy importante para cualquier grupo político y gobierno que tenga la mejor intención de adoptar las  alternativas para la superación de los problemas sociales, que mientras existan, no solo afectan a la población involucrada, sino también mellan nuestra credibilidad ante los inversionistas nacionales y extranjeros.

El Premier Valdés, hizo notar que el gobierno de Ollanta Humala recién tiene 10 meses y que en ese tiempo no ha sido posible resolver los conflictos que fueron heredados, lo cual es cierto. Lo que deja de mencionar, es que en estos 10 meses aparecieron nuevos conflictos que necesariamente no tuvieron un adecuado manejo gubernamental para su atención.

Mucho más preocupante ha sido escuchar de boca de Valdés que -en efecto - están dialogando y atendiendo de "mejor forma" para arribar a soluciones en favor de los pueblos afectados y la gobernabilidad. Preocupante, porque revela que el gobierno estaría fallando en el establecimiento de una comunicación efectiva, que -de implementarse - aliviaría enormemente la desazón de ese sentimiento de ser engañado o burlado, que se percibe en una colectividad que solamente reclama se cumpla con lo prometido y no se les tome por tontos, hasta que se vean obligados a tomar una carretera para ser escuchados y atendidos.