lunes, 4 de junio de 2012

EL FÚTBOL Y LA POLÍTICA


NECESIDAD DE UNA  EFICAZ ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN EN FAVOR DE LA GOBERNABILIDAD, SEGURIDAD Y DESARROLLO DEL PAÍS.



El resultado del partido Perú-Colombia nos trajo una vez más el sinsabor del popular dicho de "jugamos como nunca, perdimos como siempre"; expresión que también encierra el fatalismo y la desesperanza de un sufrido pueblo que ansía tener algo que celebrar, para disimular o tal vez olvidar, el triste destino, ese de ver día a día que el dinero no le alcanza y comprobar penosamente que las promesas electorales, de las hoy autoridades, se ven tan lejanas como la clasificación de nuestra selección para el próximo mundial.


Y es que, cada vez que se convocan elecciones generales, observamos repetidamente que los candidatos prometen tantas cosas para alcanzar el cargo, sin considerar la realidad o las mejores vias para la mejor solución, y en tanto llegan al poder recién "se dan cuenta" que "una cosa es con guitarra y otra con cajón".

Esta es una situación recurrente en nuestra reciente historia republicana, de la que quizás no escapemos hasta que logremos sacudirnos de nuestra "indolencia de esclavo", de nuestro fatalismo. Mientras tanto, de no tomar una actitud más participativa, más crítica si se quiere, seguiremos esperando y soñando con el día que los peruanos tengamos autoridades políticas, que no solamente jueguen una bonita campaña electoral, sino que también metan goles y ganen la clasificación de la confianza de la población, mostrando - con sus actitudes - que avanzan positivamente dando soluciones efectivas para llevar a nuestro país por el camino del desarrollo y la paz social.

Los conflictos sociales existentes en nuestro país no debieran haber sido ninguna novedad para el gobierno de turno, toda vez que la Defensoría del Pueblo, hace más de ocho años, emite un reporte mensual de los conflictos existentes, emergentes y latentes que se desarrollan en el país, herramienta muy importante para cualquier grupo político y gobierno que tenga la mejor intención de adoptar las  alternativas para la superación de los problemas sociales, que mientras existan, no solo afectan a la población involucrada, sino también mellan nuestra credibilidad ante los inversionistas nacionales y extranjeros.

El Premier Valdés, hizo notar que el gobierno de Ollanta Humala recién tiene 10 meses y que en ese tiempo no ha sido posible resolver los conflictos que fueron heredados, lo cual es cierto. Lo que deja de mencionar, es que en estos 10 meses aparecieron nuevos conflictos que necesariamente no tuvieron un adecuado manejo gubernamental para su atención.

Mucho más preocupante ha sido escuchar de boca de Valdés que -en efecto - están dialogando y atendiendo de "mejor forma" para arribar a soluciones en favor de los pueblos afectados y la gobernabilidad. Preocupante, porque revela que el gobierno estaría fallando en el establecimiento de una comunicación efectiva, que -de implementarse - aliviaría enormemente la desazón de ese sentimiento de ser engañado o burlado, que se percibe en una colectividad que solamente reclama se cumpla con lo prometido y no se les tome por tontos, hasta que se vean obligados a tomar una carretera para ser escuchados y atendidos.

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