PENSANDO EN LOS INTERESES NACIONALES
A pocos días de realizarse el referéndum que intenta modificar algunos artículos de la Constitución Política, pero que ulteriormente no resolverá los principales problemas de nuestro país, nadie podrá negar que la gran mayoría de la población no conoce plenamente el contenido de los proyectos de ley circunscritos a las cuatro preguntas a resolverse este 9 de diciembre, fecha épica -por recordar la batalla de Ayacucho que liberó a toda América del yugo realista - en la que también se celebra el día del Ejército del Perú, una institución cuyos integrantes han dado claras muestras de sacrificio (familias incluidas) en defensa de la soberanía nacional y la democracia, logrando, junto a policías y civiles, alcanzar las condiciones de paz que hoy vivimos.
Debido a la crisis del Consejo Nacional de la Magistratura, encargada de nombrar jueces y fiscales, se plantea, mediante la pregunta 1, si se aprueba la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Funciones. La primera novedad es el cambio de nombre de la entidad. Importante? Trascedental? No creemos.
Lo importante radica en que los integrantes de esa institución, de acuerdo al proyecto, ya no serán nombrados "a dedo", sino que serán seleccionados mediante concurso público a cargo de una Comisión Especial, conformado por 7 autoridades. Esto sí es una buena noticia, siempre que se verifique que los candidatos efectivamente cumplan con los requisitos, particularmente lo relacionado a la solvencia e idoneidad moral, para después no tener desagradables sorpresas. Cobra, entonces, relevancia en el control público, en las tareas de la Secretaría Técnica, que estaría a cargo del MINJUSDH.
Lo malo del proyecto es que, por efecto del cambio de nombre, será necesario modificar (sic) la Ley Orgánica (¿No será aprobar una nueva?) y esperar 90 días (se entiende útiles) para poder seleccionar a sus miembros, quienes solo así podrán revisar los nombramientos, ratificaciones, evaluaciones y procedimientos disciplinarios efectuados por los consejeros removidos por el Congreso de la República.
Entonces, no esperemos que esta Junta Nacional de Justicia empiece a funcionar de inmediato. A pesar de ello, un SI contundente es necesario para ordenar el país, colocando a los más competentes para cumplir tan importantes responsabilidades. ¡Qué así sea!
La pregunta 2 está relacionada a regular el financiamiento de las organizaciones políticas, resaltándose que éstas tendrán tambien financiamiento público.... What!? ?...Sí, financiamiento con el dinero de todos los peruanos, ese que es escaso para tantas necesidades.
De acuerdo al proyecto la propaganda electoral en radio y televisión se efectuará mediante financiamiento público indirecto, propaganda que, como sabemos, es siempre la de costos más elevados.
Pueda que para algunos la propuesta les parezca interesante, pero pensemos: ¿si no se ha podido cumplir adecuadamente con la fiscalización de los procesos anteriores? ¿acaso esto no significa que aún no estamos preparados para que del escaso erario nacional se distraiga fondos con este propósito? No es el momento, no es aún adecuado para nuestra realidad política bastante desordenada.
Un cambio constitucional que resultaría ser muy popular y tal vez de rápida respuesta, es si se estaría de acuerdo con la no reelección de congresistas. Debido a la mala imagen de los integrantes del Congeso de la República, no ahora sino desde hace mucho tiempo, la gran mayoría estaría de acuerdo.
Resulta que la pregunta 3 dice a la letra: ¿Aprueba usted la reforma constitucional que prohibe la reelección inmediata de parlamentarios de la República?, ojo: no dice congresistas porque está conectada a la pregunta 4, que cambia el nombre del Congreso de la República por el de Parlamento de la República.
Por tanto, de no aprobarse el proyecto de ley sobre ese tema (pregunta 4) se quedaría sin sustento legal el cargo de Parlamentario de la República, pues la Constitución Política del Perú no tiene dicho cargo, en ninguna parte de su texto.
Por otro lado, reflexionemos ¿Resulta útil para la solución de los problemas del país que no exista reelección de nuestros representantes al Congreso? El mal desempeño de esa entidad es consecuencia, no de la reelección de sus integrantes, sino mas bien por la falta de capacidades de muchos de ellos que les limita desempeñarse de la mejor manera en el cargo, denotándose que la gran mayoría no conoce los procedimientos parlamentarios y que ellos los aprende sobre la marcha (aunque no todos).
Los legisladores experimentados, los que dan la talla en la representación nacional, normalmente son los que experimentan el proceso político y parlamentario, y eso sólamente se consigue en la arena del Congreso.
Por eso es importante que nuestros representantes sean bien elegidos (responsabilidad del electorado) para que cumplan adecuadamente sus funciones. Limitar su reelección no va a solucionarlo. Lo que sí podría mejorar la labor del primer poder del Estado, sería condicionar el ejercicio del cargo de congresista al cumplimiento de un programa que mejore sus conocimientos, eso sería mucho más efectivo, y para ello no se requiere una modificación constitucional.
Considerando que la pregunta 4 ha recibido el máximo apoyo para que se vote por el NO, esta situación traería como consecuencia que así se gane el SI en la pregunta 3, la modificación resultaría inaplicable. Por ello consideramos que un NO, es mucho mejor para el país.
La pregunta 4, que ya tiene un NO por delante, debido a la extensa propaganda en su contra (y no por sus 59 modificaciones), desafortunadamente es un proyecto que revela haber sido formulado como si fuera un "saludo a la bandera ajena", pues no es coherente en su contenido, y es además confuso.
Sin embargo, es necesario precisar que el hecho de intentar aclarar -en el proyecto de ley por consultar - las condiciones en que se realizaría el cierre de la Cámara de Diputados, resulta totalmente legítimo, pues empleando como base la Constitución vigente, el tema se encuentra dentro del artículado. Debe tenerse presente que el Poder Legislativo, tiene toda la potestad de modificar los proyectos de ley, sea quien sea el proponente.
A pesar de cualquier otro argumento, al igual que los proyectos de las dos preguntas anteriores, debemos ser conscientes que aún no estamos preparados para realizar estos cambios, pues estaríamos retrocediendo al año 1992 en que existía alto retraso en los procedimientos parlamentarios con la consecuente postergación de los cambios legislativos requeridos para la mejor gestión pública en provecho de la ciudadanía.
El Perú, primero necesita madurar políticamente, para lo cual es necesario contar con profesionales que respondan a un manual de perfiles de puestos en el Ejecutivo, y también con partidos políticos sólidos, con propósitos definidos, con representantes elegidos democráticamente y no con el peso de su sus billeteras; y, por supuesto, con intereses que respondan a las necesidades de las poblaciones a las que representan.
Definitivamente, el NO resulta ser adecuado para esta última pregunta.
Este 9 de diciembre, honrando a nuestros héroes y a quienes defendieron la paz, tengamos presente que "de los esfuerzos de hoy depende la suerte" no de América, tampoco de nuestra Patria, pero si del correcto ejercicio de nuestra democracia.
Acudamos a las urnas, con el conocimiento de lo que conviene a los intereses nacionales, y siendo conscientes que esos intereses se cuidan haciendo bien las cosas y no como en "carrera de caballos, parada de burros".
Por el bien del país, nuestro voto será: SI, NO, NO, NO.