viernes, 12 de octubre de 2012

FOMENTANDO LA LIBRE OPINIÓN EN FAVOR A LA DEMOCRACIA

"LOS PUEBLOS TIENEN EL GOBIERNO QUE SE MERECEN" Gaspar Melchor  de Jovellanos

Carl Gershman, Presidente de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) durante  la Conferencia denominada “La democracia en el Perú: avances y retos de hoy” realizada  en las instalaciones del Museo del Congreso y de la Inquisición, expresó su especial beneplácito por los avances en provecho de la democracia en el Perú, destacando  las magníficas oportunidades que tiene nuestro país para establecernos como el referente y abanderado latinoamericano, no solo por las muestras de progreso democrático, sino  también por la especial ubicación geográfica  del Perú que permite ser el centro de múltiples cumbres y actividades internacionales, acompañadas de un crecimiento económico estable que favorece nuestra imagen internacional. Habló también de algunas debilidades de algunos gobiernos que  dicen ser democráticos pero que no desarrollan acciones que reflejan tal concepto.

La democracia, ha sido desde los tiempos de la antigüedad la mejor forma de gobierno  que haya existido, pero no existe duda que la perfección es difícil de alcanzar, pues depende del deseo efectivo de cada pueblo en robustecerla, no únicamente como forma de gobierno sino incluso como forma de vida.


Si bien es cierto que las evidencias expuestas por Carl Gershman son halagadoras, sabemos que tenemos muchísimo trabajo por delante, si de verdad queremos impulsar nuestra imagen internacional a través de un verdadero compromiso para merecernos un mejor gobierno y una alentadora gobernabilidad, que redundará favorablemente en el progreso y desarrollo nacional.

Nuestra carta política establece que "los ciudadanos pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de organizaciones políticas como partidos, movimientos o alianzas, conforme a ley" (Art 35º), sin embargo  la mayoría de peruanos recurren al facilismo de no participar en el proceso político de la sociedad, tal vez porque aún no ha sido posible sacudirse de  la indolencia de esclavo que heredamos de los años de dominación colonial. Por eso es común escuchar frases como "no tengo tiempo", "no es mi responsabilidad, para eso están los políticos", "soy apolítico", "no puedo asistir a la reunión pero estoy de acuerdo con la mayoría", etc 

También es cierto que los dirigentes políticos, convenientemente han retrasado el fortalecimiento de los partidos políticos en contraposición a lo propuesto en  la Constitución del Estado, creando ante la opinión pública primero división y luego desanimo para su impulso. En primer término están los "padres de la Patria" que por años  prolongaron la aprobación de la  "Ley de Partidos Políticos" (Nº 28094) que aunque promulgada en 2003, un día como hoy, aún no se vitaliza adecuadamente en la práctica.

Por eso observamos que las organizaciones políticas solamente brillan durante las campañas electorales y muchas de ellas se olvidan del Perú y también  de promover el desarrollo de sus cuadros (tal vez por el interés de los propios líderes del momento), cuando deberían mantenerse activos, estudiando las mejores soluciones para los problemas del país, mejorando sus propuestas de planes de gobierno, capacitando a sus cuadros, desarrollando actividades que promuevan la participación de la sociedad, haciendo que el peruano de a pie opine, motivando a la libre  expresión de ideas para brindar ingeniosos aportes , de esos que los peruanos sabemos que podemos otorgar, y  no limitándose a la crítica destructiva o convenida por intereses particulares que no le hacen nada bien a la sociedad peruana.

La participación ciudadana es importante para el crecimiento democrático de nuestro país. Debemos tomar conciencia que nuestra obligación democrática trasciende el voto en las urnas, que mientras no aportemos una solución a cualquier problema nacional, formamos también parte del problema. De allí la necesidad de fomentar el fortalecimiento de los partidos políticos y el pleno ejercicio de las  "libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos".

Y en este punto, me detengo para resaltar que ningún gobierno puede arrogarse el título de democrático, si en forma efectiva no asegura que estas libertades no tengan jamás la mínima amenaza para quien en ejercicio de sus derechos constitucionales lo haga por medio  de la palabra oral, o escrita o la imagen, incluso colocando el dedo en la llaga revelando verdades que puedan molestar a quien ostente un alto cargo público.

Los gobernantes y autoridades públicas, deben aceptar que mientras exista  variedad de opiniones se obtendrá mejores argumentos para la gobernabilidad del país. Si bien es cierto las autoridades políticas, llegan a sus cargos mediante el voto popular o por designación de algún funcionario del Ejecutivo, eso no les otorga el conocimiento y mucho menos la experiencia que otros ciudadanos puedan tener sobre un tema en particular.

En nuestro país, lamentablemente esas libertades no están plenamente aseguradas, pues existe amenaza muy disimulada para quien opina algo que no le guste a quien ostente el poder a través de un cargo público. Por eso las restricciones de algunas publicaciones en algunos medios de información, por eso también las renuncias provocadas de algunos servidores o funcionarios públicos que "osaron" en advertir de algún yerro de la administración. Así, no fomentamos la democracia, así no forjamos la República.

Las hoy autoridades circunstanciales de nuestra política nacional, deben alejar la soberbia y ser conscientes que el cargo que ejercen u ostentan y el poco o mucho poder que puedan obtener de él, es simplemente limitado, no es eterno. Dejen de imponer su verdad, dejen de promover la adulación, fomenten el diálogo, escuchen, promuevan la exposición de propuestas, acepten que como humanos pueden cometer errores y reconozcan que pueden haber personas mucho más capacitadas para determinadas tareas. Por último no promuevan el temor a la libre expresión, no tomen revanchas porque alguien haga público su desacuerdo a alguna de las acciones que son de su competencia o responsabilidad.

Y tu, ciudadano de a pie, no te quedes allí sentado pensando que los gobernantes y el Estado te debe resolver tus problemas. Si tienes una idea, habla, exprésala, coméntala, difúndela. Hoy existen diversos medios para hacer llegar nuestras propuestas, úsalas, sacúdete de la indolencia y del temor; y finalmente se consciente de la importancia que tiene el fortalecimiento de las organizaciones políticas para el desarrollo democrático de nuestro país.

Jamás un "chi señó", menos un timorato cuando la Patria está de por medio, cuando el futuro de nuestros hijos puede verse amenazado por la falta de capacidad o desidia de los funcionarios y autoridades públicas, cuya obligación es servir al pueblo. 

El Perú merece mejores ciudadanos y los buenos ciudadanos merecen un mejor gobierno. 
Ahora, te toca a ti.


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