lunes, 1 de octubre de 2012

PROPICIANDO EL RESPETO A LA INSTITUCIONALIDAD DEL EJÉRCITO DEL PERÚ

LOS ASCENSOS EN EL EJÉRCITO


La vigésima quinta política de estado del Acuerdo Nacional - ”Cautela de la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y su servicio a la democracia” - establece el compromiso que tenemos todos los peruanos, para optimizar el servicio que prestan las Fuerzas Armadas para el mantenimiento de la paz y la integridad territorial, dentro del irrestricto respeto a los preceptos constitucionales, al ordenamiento legal y a los derechos humanos.

Los dos primeros objetivos de esta política señalan que el Estado:
* Afirmará la institucionalidad, profesionalidad y neutralidad de las Fuerzas Armadas.
* Garantizará el control democrático de las Fuerzas Armadas.


De acuerdo a la definición de la Real Academia Española, el término institucionalidad se define como la cualidad del institucional. En la vida real, sabemos que una sociedad o un estado tienen una institucionalidad más avanzada y fuerte en tanto sus normas y leyes sean, no solamente eficientes sino respetadas y aplicadas plenamente.


Entonces, no existe respeto a la institucionalidad cuando las normas que rigen son vulneradas o distorsionadas bajo una interesada “interpretación auténtica”. La institución también se resquebraja cuando los jefes olvidan la lealtad hacia los miembros de la organización. No puede haber lealtad cuando se justifica los errores “humanos” de la administración o cuando no se adopta correcciones a los yerros de gestiones anteriores, mucho peor cuando se dice respetar la institucionalidad aplicando procedimientos que agreden al subordinado ya afectado por previos “errores”, disimulados por los órganos y autoridades a cargo del control.


El dejar hacer, dejar pasar de “algunos muchos” dizque líderes, es sencillamente punible y un lamentable lastre para el desarrollo de la sociedad, que espera lo mejor de los hijos del pueblo que abrazaron la carrera de las armas. Por lo tanto, la lealtad es un principio fundamental que merece la mayor atención y preocupación de los comandos  en los 360 grados, pues afecta la médula espinal del prestigio y la noble tradición: la institucionalidad.


El respeto a la institucionalidad, no es un asunto de mera competencia de las autoridades del sector Defensa. Trasciende a ellas e involucra a toda la sociedad. Se trata de proteger el Sistema de Seguridad y Defensa de todos, de asegurarse que el funcionamiento de las instituciones castrenses sea, por decir lo menos, intachable.


¿De qué le valdría a la sociedad tener un Ejército que no cumpla las leyes de la República y sus propios reglamentos? ¿Serviría una organización militar que no disponga de jefes con competencias para organizar, planear y dirigir la defensa del pueblo del Perú? Es que acaso a usted, que está en su casa ¿no le preocupa la seguridad y tranquilidad de su familia? ¿Prefiere usted líderes militares honestos, capaces y eficientes?, o ¿se conformaría si fueran jefes deshonestos, corruptos, ineficientes o que sólo busquen sus intereses personales?


Estamos a pocos días de la selección y promoción de los cuadros de las Fuerzas Armadas: la fase final del proceso de Ascenso de Oficiales. Y ha sido una penosa letanía de muchos años, específicamente en el Ejército, que después de publicadas las listas de ascenso, se escuchara voces que denunciaban que el proceso tuvo el sesgo del favoritismo y el amiguismo, a pesar que luego los responsables lo defendieran argumentando que se respetaron los cuadros de mérito.


La sociedad peruana, no debe permitir que esa historia se vuelva a repetir, pues estaríamos colocando en duda la credibilidad de los responsables de la seguridad y paz de todos los peruanos. Por tal razón debe hacerse efectivo el control democrático que ha sido por años, bandera de muchas organizaciones de la sociedad civil.

La ciudadanía debe recordar que este asunto, no es nuevo y que existen indicios que las propias autoridades han estado involucradas en malos manejos; basta citar en esta parte a Renzo Chiri Márquez (Lineamientos para una política de Defensa nacional. Perú 2006-2011): “ …es importante precisar que la concepción de la conducción democrática de la Defensa incorpora principios tales como capacidad, meritocracia, probidad, eficacia, respeto a la carrera, etc. En razón de ello, resulta inadmisible desde nuestro punto de vista, la manera tan poco prolija como el gobierno ha conducido el proceso de ascensos de oficiales generales, especialmente durante los dos últimos años. Si bien es la autoridad civil quien conduce y quien en última instancia toma las decisiones, éstas no pueden tomarse arbitrariamente, concediendo privilegios y premiando compadrazgos o lealtades políticas, sin respetar las carreras, sin considerar las trayectorias y las capacidades profesionales. Este proceder deslegitima a la autoridad civil, genera heridas y resentimientos y hace al militar renuente a aceptar el control democrático de la Defensa”


También es necesario tener presente, que las autoridades responsables – inclusive en ocasiones el propio Ministro - han defendido “a capa y espada” sus procesos, respaldando los resultados, muchas veces dejando pensar que no se tuvo en cuenta detalles técnicos importantes, sea tal vez por desconocimiento o por mera subordinación.

Técnicamente, en los últimos años la ley ha sido sobrepasada. Un factor de evaluación, destinado a mejorar la selección, ha sido mal empleado prestándose a conjeturas de una manipulación deshonrosa: La apreciación del superior, más conocida como el “aplausómetro”, un procedimiento que debe vigilarse y del cual se proporcionó detalles en el artículo titulado EL “APLAUSÓMETRO” EN EL EJÉRCITO: MEDIDAS PARA CONTROLARLO, motivado por la denuncia que hiciera el Gral Brig (R) Roger Zevallos Rodríguez. Ver: http://honorypatria.blogspot.com/2012/01/el-aplausometro-en-el-ejercito-medidas.html

¿Qué debe hacerse? Supervisar su honesto cumplimiento: 1. Que se respete la finalidad de esa calificación: complementar y no distorsionar la nota de potencial que arrastra el candidato en más de 26 años de servicio. No se debe borrar de un plumazo las trayectorias. 2 Que califiquen quienes deban calificar, inhibiéndose aquellos que no deban evaluar por no conocer fehacientemente la labor profesional. No se califica por referencias o por pertenecer a un círculo deportivo o amical, eso es ser desleal y
deshonesto. 3. Que las hojas individuales de calificación puedan ser objeto de verificación y que no se trituren al formularse el acta final. 4. Que dichas evaluaciones sean publicadas oportunamente, a fin de evitar malas interpretaciones o suspicacias que incluyen cambios “oportunos” en los números.
¿Quién debe hacerlo? Las autoridades encargadas del control democrático: El Ministerio de Defensa. ¿Quién debe monitorearlo? La sociedad plena, los medios de prensa. No se quiere “élites” mal seleccionadas, mucho menos que no tengan las calidades y cualidades que merece el pueblo del Perú, peor que ostenten signos exteriores de riqueza incoherentes al bajo sueldo. Si hay militares de cualquier jerarquía con propiedades o gastos que superan a sus ingresos, se podría pensar que no se obtuvieron lícitamente, y se sabe que ese tipo de personas siempre irán por más. ….Esos, no se quiere en el Ejército de Bolognesi!....Estoy seguro que usted tampoco los quiere para la seguridad nacional y la de su familia.

El presidente Humala, como Oficial del Ejército en situación de retiro, tal vez no conozca al detalle todo el procedimiento, pues esta evaluación no se empleaba cuando estaba en actividad y tampoco alcanza – en el Ejército – al proceso para el ascenso al grado de Teniente Coronel. Sin embargo, como primera autoridad política, está obligado a promover el respeto de la institucionalidad, y por ello el año 2009 lo denotó atribuyendo al ex presidente Fujimorí, “haber destruido la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al dar de baja a valiosos oficiales y ascender a su círculo más cercano a partir de la amistad y el soplonaje” (La República 09 de abril de 2009: http://www.larepublica.pe/09-04-2009/fujimori-destruyo-la-institucionalidad-de-las-fuerzas-armadas-0 . ……..aunque parece que el año pasado, lo habría olvidado….

Que la historia no se repita. El Perú merece más que eso.
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N de R.- Un paréntesis importante: Al  expresar el análisis en una fecha tan especial para la libre expresión, es imprescindible anotar que no se generaliza, pues siempre existen honrosas excepciones.

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