martes, 23 de julio de 2013

MEA CULPA EN FIESTAS PATRIAS

POR LA SEGURIDAD Y DESARROLLO DEL PAÍS



Gobernar un  país como el Perú no es tarea fácil.Tenemos una población distribuida en una geografía variada y extensa que  a su vez tiene incorporada culturas y necesidades diferentes. Cada gobernante intenta satisfacer las necesidades de esta diversa población, sin embargo - con poquísimas excepciones - el curso cotidiano de la política, los intereses partidarios, las influencias económicas y el propio poder - complementado con un entorno particular - desvían la buena orientación perjudicando el curso democrático, lo cual incluso, puede  afectar la seguridad y el desarrollo nacional.

En estos dos años, la ciudadanía  ha venido incrementando  -en buena hora - su interés para que las autoridades elegidas mediante el voto popular o designadas por el Ejecutivo, respondan a las expectativas, cumplan sus promesas electorales o planes y sobretodo cumplan cada una de las funciones que la Constitución y la Ley señalan para todos ellos.

Existen grandes iniciativas y al parecer buena voluntad para avanzar en provecho del desarrollo nacional, corrigiendo grandes errores de administraciones anteriores como son, entre otros: 
  • el olvido de las poblaciones marginadas, de los pueblos alejados,
  • la falta de modernización de la gestión pública
  • la reducida inversión e implementación de la infraestructura nacional
  • el carente impulso para el desarrollo de industria con valor agregado
  • la falta de cohesión e identidad nacional
  • el irrespeto a la institucionalidad democrática
  • deficiente lucha contra la corrupción
  • limitada gestión de salud p´+ublica
Lamentablemente - seguro por ese ánimo de avanzar - se ha cometido el error de desconectarse con la población, olvidándose incluso de la propia iniciativa convertida en política nacional destinada a  lograr una mejor  gestión pública, donde la articulación interinstitucional, el gobierno abierto y electrónico se destacan como los ejes transversales, para conectar al gobierno con la ciudadanía.

Los errores, uno tras otro, han sido aprovechados por otros políticos para obtener réditos de la coyuntura quienes, muchas veces también olvidando el daño que pueden hacer al país pero anteponiendo su interés partidario para quedar en buen pie ante la población, no han perdonado nada y no dejarán de hacerlo. 

En estas  circunstancias se debe tener presente que los adversarios políticos seguirán destacando cualquier situación equivocada por más mínima que ella sea, y tampoco dudaran en magnificar los hechos. Por esta razón y a fin de superar este impasse se requiere primordialmente  materializar la  buena voluntad de quien constitucionalmente es responsable de dirigir la política nacional.

A pocos días de celebrar un nuevo aniversario patrio, es imprescindible, es urgente, realizar una adecuada introspección y no tratar de minimizar los yerros o hacerse el desentendido del tema.Si este auto-examen es sincero, se podrá colegir que el manejo político está cruzando por una tormenta política que requiere orientar el timón en  la mejor dirección en favor del país; y que se ha llegado a este clima, no por acción de los adversarios políticos, sino por propia mano.

Las manifestaciones públicas del 17 y 22 de julio son muestras que la población, apoyada por algunos colectivos de la sociedad civil,  seguirá mostrando su descontento porque el gobierno no está cumpliendo con materializar el diálogo que propugna llevar un mensaje de paz y entendimiento. Estas manifestaciones públicas, mientras se mantengan dentro de los parámetros democráticos, por un lado son saludables porque facilitan dejar atrás la tradicional indolencia ciudadana. Por otro sin embargo, constituyen una señal de alerta que nos indica que las cosas no están funcionando adecuadamente, más aún observando que constituyen la ocasión para algún partido político que sólo le interese hacer quedar mal al gobierno, y también porque estos reclamos públicos son susceptibles de la infiltración de radicales pertenecientes a la línea política del MOVADEF.

El 28 de julio constitucionalmente corresponde brindar en el Congreso de la República una "exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el Presidente juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso". Esta es la gran oportunidad para dar muestras a la ciudadanía  que existe una verdadera voluntad de realizar cambios positivos, para lo cual  es necesario en primer término, reconocer todos los errores cometidos subrayando que, aunque no fueron ocasionados por mala voluntad, existieron factores  diversos que ocasionaron la adopción de malas decisiones, así de claro.

Este mea culpa, debe estar complementado con la declaración detallada de las acciones específicas con las que se corregirán los errores. Será obligatorio recalcar el respeto a las instituciones, la alternancia, el diálogo efectivo, la articulación interinstitucional, la consulta, la interacción con la sociedad civil. 

Asimismo deberá  destacarse que la dirección política nacional corresponde exclusivamente a quien el pueblo eligió; cualquier apoyo recibido de quien no ocupa un espacio en la administración pública no debe ser mencionado. Es innecesario  resaltarlo, pues los hechos en múltiples oportunidades han demostrado que contribuyen al buen gobierno e incluso a resaltar la imagen del país; pero continuar con las menciones honrosas, no solo desacreditan, sino también serán tomadas como aprovechadas intenciones electorales.

Recomendable sería también dar cuenta de la voluntad de mejorar la dirección política del país con el concurso de todos los Poderes del Estado, pues si bien constitucionalmente existe el principio de la separación de Poderes, el Estado es único e indivisible, y como señala nuestra carta magna,el Jefe de Estado es el Presidente de la República.

En blanco y negro, es necesario manifestar la voluntad de revisar exhaustivamente:

  • La Ley 30056 Ley del Servicio Civil a fin de mejorarla e inclusive gestionar su derogación por las inconstitucionalidades existentes.
  • La Ley del Servicio Militar modificada con el DL 1146 
  • El Proyecto de la Ley Universitaria
  • La elección de autoridades para promover a aquellos cuya única política sea el Perú
Finalmente, es conveniente destacar las futuras medidas efectivas en provecho de la seguridad y defensa nacional, específicamente en los aspectos relacionados a la lucha contra la corrupción, la seguridad ciudadana, la lucha contra el terrorismo, el tráfico ilícito de drogas, así como las medidas preventivas para atender desastres naturales, enfatizando la necesidad de implementarse el Sistema de Defensa Nacional, imprescindible para encaminarnos hacia el desarrollo nacional.

La noble intención de llevar al país del crecimiento económico hacia el desarrollo, no debe soslayar "la voluntad general de los pueblos", que cada día viene clamando mayores demostraciones, no declarativas, no mediante una carrerita de 5K, sino con hechos, guardando coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que señala la ley y su implementación efectiva, y también con la suficiente claridad y responsabilidad nacional para rectificar la ruta, cuando los objetivos planeados requieren un replanteamiento.


Recuperar el país es el clamor popular; la oportunidad de hacerlo está a la vuelta de la esquina.



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