jueves, 30 de junio de 2016

¿REVELACIÓN DE SECRETOS NACIONALES? EL REPORTAJE DE PANORAMA QUE DEBE CONLLEVAR MAS INVESTIGACIONES


PARA ESTAR SEGUROS QUE NO EXISTAN ACTOS DE ACTOS DE CORRUPCIÓN, SO PRETEXTO DE LA LUCHA CONTRA SENDERO LUMINOSO

La denuncia interpuesta por la Procuradora Pública del Ministerio de Defensa  en contra de Karina Novoa, Rosana Cueva, Jorge Ipanaque y los que resulten responsables por la comisión del delito contra el Estado y la Defensa Nacional en la figura de “Revelación de Secretos Nacionales” motivada por la publicación de documentos que llevan el rótulo de SECRETO, a través del reportaje “Inteligencia fantasma: irregularidades en el manejo de fondos VRAEM” emitido por el conocido programa periodístico PANORAMA, el pasado 17 de abril, resultaría ser un grave error conceptual, que podría ser interpretado como una mala maniobra para disimular actos de corrupción, y que a juicio del presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Claudio Paolillo, “Es un acto de fuerza e intimidación contra quienes ejercen el periodismo investigativo, es un exceso y una restricción a la libertad de prensa”. Nada bueno para la lucha contra el terrorismo, nada bueno para el gobierno y nada bueno para el Perú.

¿Por qué un error conceptual? Veamos: La denuncia está relacionada al artículo 330° del Código Penal – Revelación de secretos nacionales –  que especifica que: “El que revela o hace accesible a un Estado extranjero o a sus agentes o al público, secretos que el interés de la República exige guardarlos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de quince años. …” Se trata – entonces -  de imponer condena a quien revele “secretos que el interés de la República exige guardarlos” y, conforme lo revela el reportaje, no resulta creíble que una rendición de cuentas, con información falsa, se coloque en tal categoría.

Lo que se observó en el reportaje fue la carátula de un anexo que lleva como título “Relación de gastos que se sustentan con comprobantes de pago de los gastos de inteligencia con recursos especiales” (Setiembre 2015), unas páginas de un informe– de clasificación RESERVADO -  dirigido al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (con datos del desplazamiento de presuntos terroristas realizado en setiembre de 2015) , el nombre del plan al que obedece la rendición de cuentas, algunos comprobantes de pago, dos oficios de remisión de la rendición de cuentas con rútulo de SECRETO, y lo más saltante declaraciones juradas de supuestos colaboradores, que en el curso del reportaje aparecen negando haber recibido dinero alguno, a lo que se suma la voz distorsionada de un aparente integrante de inteligencia del VRAEM, quien señala que  “para hacer la rendición mensual y justificar los gastos de las partidas de inteligencia han creado planillas falsas que son miles, miles de soles” y peor, que “los generales, coroneles y comandantes responsables  del manejo y control de este dinero, se lo roban; y para justificar su robo inventan informes de inteligencia, pago de supuestos colaboradores que, en realidad, son falsos…”.

Nada de eso, sin duda, constituye un secreto de interés de la República. El Ministro de Defensa, ha señalado en conferencia de prensa que el reportaje no debió publicar imágenes de los documentos clasificados secretos, con lo que confirma el error conceptual: debiera conocer que se reprime los secretos de interés de la República, no cualquier papel que tenga el sello de SECRETO, pues esos papeles, los mostrados en el reportaje,  no colocan en riesgo a la Seguridad Nacional. Este equivocado esfuerzo por justificar una denuncia mal hecha, puede hacer pensar que trata de ocultar el problema de fondo: el robo, la corrupción que se estaría destapando desde el interior de las filas del Ejército.

Si bien es cierto que las personas aludidas en el reportaje como supuestos colaboradores, voluntariamente ofrecieron la cara para desmentir los documentos firmados con sus nombres, tiene razón el Ministro de Defensa al señalar que eso pudo evitarse, para no colocarlos en riesgo….pero, eso tampoco constituye un secreto que requiera ser protegido, y menos constituye delito: se equivoca al enfatizar que al hacerlo, está cumpliendo la ley.

¿Qué debe seguir? Por un lado, seguramente el archivamiento  de la denuncia por declaratoria de improcedencia. Y por el lado del Ministerio de Defensa, debiera hacerse una verificación de todas las rendiciones de cuentas que, con el rótulo de SECRETO, podrían estar escondiendo actos de corrupción de indignos, que no merecen estar en las filas del Ejército de Bolognesi, del Ejército del Perú.

miércoles, 29 de junio de 2016

LA POLÍTICA NUESTRA QUE PODEMOS CAMBIAR

POR NUESTRA FAMILIA, POR NUESTROS HIJOS, POR NUESTRA PATRIA: EL PERÚ

Cada ciclo electoral, la mayoría de peruanos se someten a la indolente actitud de dejar la política a los “políticos”, permitiendo que muchos de ellos se sirvan, se beneficien, se enriquezcan, en vez de servir a todos los peruanos.

Nuestros “políticos” y “gobernantes” también tienen su juego aparte. Algunos de ellos, permanecerán con la “herida” de haber perdido los comicios, tal vez porque se perdió la cuantiosa “inversión”, y porque esa “herida” dañó su egocentrismo; y lejos de cumplir con sus promesas electorales, de trabajar por el Perú, se dedican exclusivamente a obstaculizar la labor del gobernante elegido, solo con la intención de hacerle quedar mal para que al pueblo le quede como corolario  que: “mejor hubiéramos elegido al otro candidato”, cualquiera sea el sexo que tenga o partido al que pertenezca.

Y así, en vez de apoyar la gestión del gobernante elegido, se busca hacerle quedar mal, distraer a la opinión pública mediante campañas mediáticas, para que el gobierno – que siempre buscará mantener la aprobación popular – se desvíe de lo importante.

Para el perdedor de la campaña, pareciera no importarle el destino del Perú. Lejos queda el interés nacional, y solo importa mantener la figura de “liderazgo” de un partido que no se preocupará por construir, y que ayudado por interesados colaboradores mantendrán el stato quo de candidato latente para las siguientes elecciones. No importa edificar el partido, no interesa desarrollar procedimientos democráticos para la construcción de cuadros, ¡qué va a priorizarse el estudio profundo de la realidad nacional!, mucho menos se procurará  el trabajo de equipo para plantear propuestas al gobierno de turno. Eso es peligroso, pues mientras más participación exista, mientras más se provoque el desarrollo de cuadros, se  podría fomentar la  aparición de alguna figura que opaque el candidato de siempre, eso no se puede permitir, sería un suicidio político. Mejor que se queden así, guardando la “fisonomía del frente”. Aquí no importa un c…. el Perú, solo el interés personal de alcanzar el poder aprovechándose de incautos que por una pequeña dádiva, o una sonrisa  en una esporádica visita entregan su voto, firmando un cheque en blanco del cual más tarde reclamarán.

Por su lado, el gobernante elegido también hace lo suyo. Todo lo anterior, todo lo hecho por el gobernante precedente estuvo mal: Los programas iniciados no sirven, los ministerios y entidades se cambian, desaparecen, se fusionan, se crean nuevos. Los proyectos pendientes, seguirán pendientes. Los profesionales de las entidades se despiden, al diablo con la especialización y la continuidad, hay que pagar los favores políticos, hay que dar trabajo a los partidarios y amigos. Y claro, “hay que luchar contra la corrupción”, de la boca para afuera pues a la vuelta de la esquina solo habrá ojos ciegos y oídos sordos. Y cuando las cosas salen mal, pues hay que echarle la culpa a la oposición y a la prensa “amarilla”.

También a la hora del debate, no interesan las razones; que hablen lo que quieran finalmente la democracia es la voluntad de la mayoría, la minoría no importa, lo que prima es el poder, aunque la razón y el sentido común digan lo contrario.

Esta ha sido la actitud “democrática” de nuestros políticos y gobernantes desde  hace más de 30 años, con la anuencia del pueblo que difícilmente levantaba la voz porque el razonamiento popular decía “que vamos a hacer”, “ya acabará su gobierno”, “que nos queda, paciencia no más”. También estos hechos contaban con la permisibilidad de muchos medios de comunicación social y empresarios, que solo pensaron en la conveniencia de estar al lado del gobierno de turno, pues ahí están los contratos, ahí está la plata, con el poder.

La buena noticia, es que hoy gozamos de la posibilidad de opinar con mayor facilidad. Las redes sociales constituyen una excelente herramienta que está al alcance de todos. Así que no existe excusa para el lamento, no hay disculpa para dejar de contribuir con el desarrollo y la seguridad del Perú.

Este país, es nuestro país, no es del extranjero visitante, ni del vecino que espera que nuestra casa se caiga para apropiarse de ella, el Perú es totalmente nuestro, y somos todos nosotros los peruanos quienes tenemos la responsabilidad de cuidarlo, de mejorarlo, de fomentar su progreso.

Y como dicen, la caridad empieza por casa: seamos ordenados, enseñemos a nuestros hijos a cuidar la ciudad, a mantenerla limpia, a respetar las reglas, a actuar con honestidad. A presentar propuestas, a denunciar a los que quiebran el orden, principalmente a los corruptos que tanto daño han hecho al Perú. La institucionalidad es el respeto a las normas, y las normas y buena conducta siempre vienen de casa.

Ojalá, de verdad, nos sacudamos de la indolencia de esclavo, y levantemos nuestra cerviz para que orgullosos avancemos al bienestar de todos nosotros, de nuestros hijos, de nuestra Patria: El Perú..

Existe una luz al final del túnel, es nuestra responsabilidad alcanzarla!

Levanta la mano y participa! No firmaste un cheque en blanco! Existe la posibilidad de participar, solo depende de tu voluntad! De tu compromiso!