domingo, 27 de noviembre de 2016

NO MÁS PROTESTAS Y LAMENTACIONES


SI QUEREMOS INGRESAR A LA OCDE, NO MÁS GENERALES DESPUÉS DE LA GUERRA

Cuando la noche del pasado 22 de noviembre aparecieron las primeras informaciones del viaje de Nadine Heredia a Europa para ocupar el cargo de directora de la Oficina de Enlace de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), probablemente muchos habrán pensado que en algún momento la ex primera dama iba a abandonar el país.

Así, bajo las narices de todas las autoridades y sin restricción legal, Heredia salió por nuesfro primer aeropuerto dejando sorprendida a la ciudadanía, que luego ha tenido que observar - como se ha hecho usual - acciones reactivas gubernamentales como la del ministerio de Relaciones Exteriores que expresó al representante oficial del la FAO en el Perú, John Preissing, el desagrado y la protesta del gobierno peruano por una decisión que puede ser interpretada como una interferencia a una investigación fiscal en curso en el Perú.

El Congreso de la República no se quedó atrás pues, pues además de diversas manifestaciones individuales de novatos y "experimentados" congresistas, acordaron por unanimidad (118 votos) comunicar su "protesta contra el comunicado emitido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), mediante el cual defiende el nombramiento de la señora Nadine Heredia Alarcón como directora de la Oficina de Enlace de dicha entidad, puesto que esta organización no ha merituado que dicho acto de nombramiento pone en grave riesgo el curso regular de las investigaciones judiciales y parlamentarias que incluyen delitos de corrupción, seguidos en Perú, contra la señora Heredia Alarcón"; exhortándolos "a dejar sin efecto el nombramiento de la señora Nadine Heredia Alarcón, como directora de la Oficina de Enlace de dicha organización."

Sobre el caso, el congresista Jorge del Castillo manifestó que "es obvio que un nombramiento de un organismo internacional no se hace de un día para el otro" al tiempo que presentó un grupo de correos electrónicos entre Heredia y José Graziano da Silva, director de la FAO,  señalando que ellos demostrarían que la designación fue coordinada desde febrero.

Mas allá que, en esta oportunidad, nadie se rasgó las vestiduras por la forma como se obtuvieron las comunicaciones electrónicas, nos queda esa amarga sensación de haber sido burlados -una vez más - por aquellos que siempre pueden hacer lo que les venga en gana en nuestro país, en donde las previsiones son cosas que solo se señalan después del incendio, donde las autoridades siempre están sorprendidas y solamente protestan sin que nadie sea responsable de adoptar medidas de largo aliento, para evitar que el Perú sea visto como un país bananero, un país poco previsor y mal estructurado, que sueña ingresar al club de la OCDE sin tener las condiciones de seguridad que allí se tiene "por defecto".

Sabemos que la corrupción es una de las amenazas a la seguridad y desarrollo nacional, sabemos que las conexiones del crimen son grandes, pero no implementamos medidas preventivas, que en este caso tienen el título de un nombre técnico: Inteligencia, aquella que investiga indicios, que  busca atar cabos para evitar daños y anteponer  la fuerza de la ley o de los intereses nacionales, esa función desprestigiada por la mano de Montesinos, pero que es tan importante para que nadie deje mal parado al Perú, esa tarea silenciosa, criticada y mal entendida por algunos que creen que por ser autoridades o personalidades no deben ser escrutados por ser respetables, puros e intocables, aunque la historia después nos demuestre lo contrario.

Y si bien la Constitución Política especifica que "toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabilidad" no quiere decir que el Estado sea iluso y deje de observar, verificar, investigar y analizar cualquier indicio que junto a otros puedan atentar contra la ley, la paz social o la seguridad nacional. La previsión es parte de la seguridad que todos queremos y necesitamos para alcanzar nuestro desarrollo, pero lamentablemente los hechos nos revelan que aún nuestro sistema democrático se "cuelga", quedándose pasmado y dejando indefensa a su institutcionalidad democrática y a todos sus integrantes.

El Perú requiere que se reflote la función de inteligencia, pero una inteligencia para el país, jamás  con fines partidarios, una inteligencia que responda únicamente a la ley, a los intereses nacionales y la seguridad de todos los peruanos.

Si de verdad queremos un país desarrollado, si queremos ingresar a la OCDE, debemos ser conscientes que es importante contar con las condiciones de un país democráticamente organizado, con instituciones implementadas que funcionen y que nos permitan prever antes que lamentar. 

Cuando? ......
Ya!!!




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